DOCUMENTO BASE DE EDUCACIÓN Y JÓVENES PARA LA AJUV11-21
La educación es un proceso continuo que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante en la adquisición, transmisión y generación de conocimientos para formar al ser humano como un ente culto y con sentido de solidaridad social. Debe ser vista como un derecho humano del que nadie puede estar excluido, y no como un mero servicio o una mercancía, encaminado a fortalecer el respeto a las libertades fundamentales y esencial para poder ejercitar todos los demás derechos.
Una de las finalidades de la educación es contribuir a formar una identidad individual capaz de llevar al ser humano a un pleno desarrollo de su personalidad; así como inducir el conocimiento de los derechos humanos que tenemos y las libertades que podemos ejercer sin transgredir la dignidad de cada uno.
La educación es un derecho eminentemente social porque contribuye a formar una identidad colectiva de las personas, dotándolas de las herramientas necesarias para superar la pobreza, marginación y exclusión económica y social.
Al mismo tiempo es un derecho político porque al ejercerse crea ciudadanía; personas más educadas y con mayor información capaces de analizar los problemas que se les van presentando día con día, tomando mejores decisiones para sus vidas, las de sus familias y su comunidad; en consecuencia serán personas con mayores elementos éticos y civiles.
El derecho a la educación se vincula también a dos derechos importantes como lo son el derecho a la información y a los avances tecnológicos. La información vinculada a procesos educativos debe ser completa, científica, laica y asequible, esto es que deberá brindarse en un lenguaje adecuado para las personas a las que va dirigida procurando el desarrollo de sus habilidades y adquisición de herramientas para desarrollar elementos de análisis crítico. Implica la garantía del derecho a producir, generar y compartir información. El derecho a los avances tecnológicos, es decir el derecho al acceso y permanencia de los beneficios de avances tecnológicos en materia de plataformas educativas y de información que brinden nuevas y mejores posibilidades de desarrollo de las personas y las sociedades, a través de las telecomunicaciones para el fortalecimiento de la ciudadanía haciendo posible la dinamización social en el proceso de cambio igualitario que fomente la equidad.
Con una mayor escolaridad y mejor educación, hay aspectos económicos, que se relacionan positivamente, como la calidad de vida de la población; y sociales, como el estado de salud, el interés político y la confianza interpersonal (OCDE 2009). Sin embargo, el Estado Mexicano no tienen interés por invertir en el sistema educativo, no hay visión de contar con una población educada, competitiva, productiva y pensante, que contribuya a fortalecer un Estado democrático, de derecho y respetuoso de los derechos humanos. A pesar ser parte de instrumentos Internacionales, y tener marcos jurídicos nacional y locales, (ANEXO) que garanticen el derecho a la educación y los derechos que se vinculan a él, hay una tendencia a dar una mala educación, en general no tiene la calidad que exige el mercado laboral actual. No está pensada para ser una educación que dignifique al ser humano, está planeada para convertirlo en mera mano de obra calificada, barata y poco crítica.
La educación no sólo se lleva acabo dentro de las aulas de clase, va más allá, es un sistema complejo que involucra la mayor parte del entorno del aprendiz. Puede ser dada de persona a persona o a través de organizaciones educativas, hay distintos medios para la impartición y adquisición del conocimiento. El joven está inmerso aunque no por esto sea del todo consciente, en básicamente todos los aspectos de la vida, lo emocional, lo social, lo político, lo económico, lo cultural, etc. Es por este hecho que la educación se debe pensar en un ámbito más plural e integrador. Es por esto, que ante la mala calidad de la educación que brinda el Estado y la exclusión a la que son sometidos muchos niños, niñas y jóvenes en el Sistema Educativo Nacional (SEN), distintas organizaciones independientes han optado por generar proyectos pedagógicos autogestivos, Con lo cuál se tiene un avance indudable en la formación de seres humanos dignos, pero no por eso se debe dejar de exigir al Estado su rol garante para asegurar una educación laica, científica y gratuita para todos los ciudadanos, porque los derechos no se compran ni se negocian.
Según las cifras, México es un país de jóvenes (Censo de Población y Vivienda 2010) y aunque se han logrado importantes avances educativos en las últimas décadas, particularmente en lo concerniente a la dismunución del analfabetismo y el incremento en el promedio y nivel de escolaridad, aún hay muchso rezagos en cuanto a la asistencia escolar, en el acceso y la permanencia en niveles medios y superiores, así como rezgo escolar preocupante eb la población indígena y la rural y exclusión de grupos de población como personas con discapacidad y las y los jóvenes mismas. Así mismo, la inequidad de género sigue presente en todo el sistema educativo.
Con lo anterior, podemos pensar en cuál es la problemática que hoy en día acaece a la educación dirigida a los niños y jóvenes de nuestro país, vemos sin hacer grande esfuerzo, programas de enseñanza caducos y rígidos, profesores no preparados para la enseñanza, profesores que no gustan de ésta misma, etc. Aunadas a un serio problema socio-económico y político, con altos índices de pobreza y violencia. Los síntomas son claros hay una apatía, una desvinculación y una desesperanza generalizada entre nosotros los jóvenes o al menos en la mayor parte del sector, debido a miles y múltiples causas: la oferta y la demanda, las posibilidades económicas aunadas al hecho de concluir los estudios, el desinterés en la oferta, las tendencias prescritas de la enseñanza, la poca oferta de empleo al egresado, el poco alcance en investigación y así la lista podría seguir con un sin fin de problemas.
Un punto importante es no culpar a la estructura social, sino recuperar de esta misma los indicadores de problemas, hacer avances, transformaciones internas y hacer un gran énfasis en apuntalar hacia las soluciones. Que puede ser hoy en día tarea misma encomendada a los jóvenes. Por eso, algunas propuestas son:
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